jueves, 10 de noviembre de 2011

McDonalds de la Magia



Los McDonalds de la Magia


¿Qué son los McDonalds de la magia? Es el término que le he puesto a esos personajes que, en lugar de engañar en el espectáculo, lo hacen en la vida real, en el momento de venderse.

Son magos venidos a menos, o gente que simplemente la cabeza no le dá para más (mágicamente hablando) y se dedican en cuerpo y alma a diseñar estrategias y mentiras para conseguir que les contraten.
Probablemente si miras su página verás que se ponen por todo lo alto, que ponen los logos de quinientas mil marcas o comentarios falsos de espectadores.

"Magia Corporativa" ... sí, algún buen profesional de eso habrá. Lo que no saben las empresas, o que tienen que entender, es que la magia es la magia, la disfraces como la disfraces.

Si yo quiero contratar un número de malabarismo, contrato un malabarista. No hay "malabaristas corporativos".
No tiene porqué haberlos. Tampoco magos. Otra cosa es que le llames "Magia Corporativa" a ser capaz de amoldarse a los deseos de lugar, tiempo y forma de actuar de determinada empresa. Yo a eso le llamo ser "profesional".

Ahora bien la gente que ha dejado de pulir su técnica, sus habilidades y su creatividad como mago, para dedicarse a vender, bien porque lo necesita o porque lo vé más lucrativo, suele ser, como el título indica,
un "McDonalds Mágico". Es decir, entienden el lenguaje de las empresas, les dicen las cosas que quieren oír, las seducen con ideas espúreas... y al final, hacen un show quizá divertido, pero ciertamente mediocre. Son de cartón.

McDonalds y otras empresas indudablemente están en el top de la publicidad. Y mucha gente va, están deseosos de que les vendan basura. Tienen un aparato de venta invencible, técnicamente hablando. Ahora bien, si se les
da a elegir, qué quieres, el mago bueno o el vendefrutas, lamentablemente escogen el último. Porque les ha vendido la moto tan bien, que están convencidos. Es como si le pusieras un big mac y una comida de gourmet
a alguien de la calle. Claro.

Lo que me gustaría es que cada mago que se deje el tiempo y la vida en mejorar como artista, se esfuerce por lograr que entre todos hagamos ver la realidad al mundo comercial. El gran engaño en el que viven, y del
que se benefician unos pocos. Unos pocos que en vez de haberse dedicado a estudiar su arte, viven del cuento.

La buena magia triunfa sin necesidad de payasadas ni inventos. Es lo que hay.